Hace aproximadamente 10 años soy televidente fiel de Univisión, muchas razones llamaron mi atención: su logotipo, el discurso de sus mensajes, manera de decir y más aun que siempre he notado que marcan la diferencia.

Pero este enero de 2010 en menos de cuatro días Univisión preparó el concierto “Unidos por Haití” -conducido por Don Francisco y la sublime cantante Gloria Stefan, quién además abrió el concierto - en la recaudación de fondos para nuestros hermanos haitianos logrando recibir más de seis millones de dólares.
El show de cerca de seis horas de televisión agrupó a 19 cantantes latinos de primera línea, donde colaboraron productores, locutores y presentadores estelares y superéxitos como Cristina Saralegui, Charitín o mis presentadores y periodistas predilectos e ídolos además, que desde Cuba veía siempre a las seis por Noticias 23, Jorge Ramos y María Elena Salinas.
Los oropeles, las exigencias de divas o divos y los superlujos quedaron a un lado y se vio como la humildad y bondad de muchas personas influyentes del medio artístico afloraban por doquier. Vimos tomando los teléfonos a superestrellas como la carismática Olga Tañón que demostró que cuando un ser humano todo lo que hace es por el arte, las fronteras no existen.
Interpretaciones geniales hubo muchas la de Gloria Stefan, Olga Tañón, Juanes, Thalia, Ricky Martín, Shakira, entre otras… pero una especial me cautivó la de Natalia Jiménez vocalista de La Quinta Estación.
Casi siempre cuando uno escucha un tema por vez primera queda grabado en nuestra memoria, recordar que en comunicación el primer mensaje es el que se fija, pero la canción interpretada “Recuérdame”, se conoció en uno de los mejores dúos contemporáneos de los últimos tiempos, junto al extrañamente ausente de esta gala, el boricua Mark Anthony. Pero Natalia lucio unas dotes vocales increíbles, al lograr de manera magistral los tonos agudos, graves y perfecta articulación, tal fue la magistralidad que no se notó la ausencia del salsero puertorriqueño. Es una pena que Mark no dijo presente.
Agradezco sobremanera el aporte de todas las personas que realizaron donativos para los damnificados de Haití, pero sentí gran frustración por no hacer ninguno, pues acababa de llegar de Cuba y lo único que poseía en mi bolsillo era un dollar. Se de ante mano la labor titánica que hacemos a veces los medios para el beneficio de los necesitados. Pero le pedí mucho a DIOS que abriera el corazón de los latinos y colaboraran.
Pero todo sucede en el tiempo exacto ni antes ni después. Entonces no olvido la frase que utilizaba en uno de mis programas de radio “El mejor día de la semana es mañana”. Gracias.