Por:Yoanis Hernández.
yoan1977@yahoo.es
Santiago de Cuba - 11/03/09
El domingo ocho de marzo de 2009 fue especial, se celebraba el Día Internacional de la Mujer. Para mi lo era al por mayor, mi abuela paterna, Cacha como le llamamos cariñosamente, festejaba un nuevo aniversario de vida. En su casa ya no me esperaban, y ahora entre comillas le escribiré lo que dijo mi papá, “tu nieto, ese que tanto amas ya no vendrá”. No fue así, es que en mi casa se espera con gran anhelo el fin de semana para almorzar juntos. Le confieso que es una locura.
La hora del desayuno, el almuerzo y la comida es como ir a un gran espectáculo circense, pero no de payasos y otros tantos personajes del circo tradicional. Es un show como el del Circo del Sol, sí, es como asistir a una función de esa espectacular compañía canadiense. Los mejores platos, los guisos más increíbles se planifican en casa para el sábado y el domingo. ¡Que pena que la familia cubana no mantiene esa tradición!
Le confieso que el pasado fin de semana no pude ir donde mi familia; trabajo en la emisora provincial de radio de Santiago de Cuba y fui invitado a participar en el inicio de la Jornada por el Día de la Prensa Cubana. Mi hermano de 17 años al saber que no íbamos a estar juntos me telefoneó y me imploró que no dejara de ir porque se iba a aburrir... Qué placer escuchar eso de él!...
El domingo amanecí contento además porque un trabajo publicado en mi blog era colocado en un reconocido blog como homenaje al Día Internacional de la Mujer. (haciendoradio.blogspot.com)
Pero finalmente, aun aturdido por el cambio de hora, llegué a la casa de mi abuela. La primera persona que saludé fue a mi padre, después de un gran beso y abrazo me regañó porque hacía tiempo no lo visitaba. Así saludé a toda la familia y presentes... y finalmente el encuentro con mi abuela, quien, por cierto, se encuentra bien fuerte para sus setenta y tantos años.
Para nada me considero una persona que sabe mucho de deportes. En casa de mi padre se disfrutaba de un buen ron Habana Club, congrí oriental, plátano macho, carnero frito -la especialidad de mi padre- ensaladas y otros platos típicos del oriente cubano. De esta forma compartía con los primos que hacía tiempo no veía... pero además se disfrutaba del II Clásico Mundial de Béisbol. Cuba se enfrentaba a Sudáfrica ¡ qué gran juego! decían cuando me senté a verlo.
Al finalizar el partido, por supuesto Cuba ganó. Algo sucede con nuestro equipo, cuando está ganando se confía y se desconcentra. Eso fue lo que plantee en una platica ese domingo y el lunes en la Redacción Informativa del Noticiero Provincial de Radio de CMKC, lo volví a reiterar: “El gran problema de los deportistas cubanos es la desconcentración”.
Creo ese es el gran TIC TAC del deporte cubano, hablo con base. Tengo una prima en la Escuela de Deportes de mi provincia, ella integra el trío de honor de judo en la categoría 13-14 años y en todas las competencias gana. Eso sí, que no esté presente un familiar, porque sencillamente pierde.
La enseñanza deportiva no puede estar desligada del ejercicio de concentración, cuando no se logra del todo se puede perder en una competencia. Ojo con esto debe tener la Dirección Nacional de Atletas de Alto Rendimiento y otras escuelas deportivas del país.
El martes al ver la prensa cubana me sentí súper orgulloso. Fidel, un hombre una increíble cultura, dedicaba sus reflexiones a este tema y al juego entre los equipos Cuba-Sudáfrica. Pero lamentablemente Castro me dio un palo periodístico, se adelantó al publicar sus ya tradicionales reflexiones.
Este es el link de las reflexiones de Fidel Castro. www.prensa-latina.cu/article.asp?ID={83D43692-698D-407A-B694-91D540393E81}&language=ES
yoan1977@yahoo.es
Santiago de Cuba - 11/03/09
El domingo ocho de marzo de 2009 fue especial, se celebraba el Día Internacional de la Mujer. Para mi lo era al por mayor, mi abuela paterna, Cacha como le llamamos cariñosamente, festejaba un nuevo aniversario de vida. En su casa ya no me esperaban, y ahora entre comillas le escribiré lo que dijo mi papá, “tu nieto, ese que tanto amas ya no vendrá”. No fue así, es que en mi casa se espera con gran anhelo el fin de semana para almorzar juntos. Le confieso que es una locura.
La hora del desayuno, el almuerzo y la comida es como ir a un gran espectáculo circense, pero no de payasos y otros tantos personajes del circo tradicional. Es un show como el del Circo del Sol, sí, es como asistir a una función de esa espectacular compañía canadiense. Los mejores platos, los guisos más increíbles se planifican en casa para el sábado y el domingo. ¡Que pena que la familia cubana no mantiene esa tradición!
Le confieso que el pasado fin de semana no pude ir donde mi familia; trabajo en la emisora provincial de radio de Santiago de Cuba y fui invitado a participar en el inicio de la Jornada por el Día de la Prensa Cubana. Mi hermano de 17 años al saber que no íbamos a estar juntos me telefoneó y me imploró que no dejara de ir porque se iba a aburrir... Qué placer escuchar eso de él!...
El domingo amanecí contento además porque un trabajo publicado en mi blog era colocado en un reconocido blog como homenaje al Día Internacional de la Mujer. (haciendoradio.blogspot.com)
Pero finalmente, aun aturdido por el cambio de hora, llegué a la casa de mi abuela. La primera persona que saludé fue a mi padre, después de un gran beso y abrazo me regañó porque hacía tiempo no lo visitaba. Así saludé a toda la familia y presentes... y finalmente el encuentro con mi abuela, quien, por cierto, se encuentra bien fuerte para sus setenta y tantos años.
Para nada me considero una persona que sabe mucho de deportes. En casa de mi padre se disfrutaba de un buen ron Habana Club, congrí oriental, plátano macho, carnero frito -la especialidad de mi padre- ensaladas y otros platos típicos del oriente cubano. De esta forma compartía con los primos que hacía tiempo no veía... pero además se disfrutaba del II Clásico Mundial de Béisbol. Cuba se enfrentaba a Sudáfrica ¡ qué gran juego! decían cuando me senté a verlo.
Al finalizar el partido, por supuesto Cuba ganó. Algo sucede con nuestro equipo, cuando está ganando se confía y se desconcentra. Eso fue lo que plantee en una platica ese domingo y el lunes en la Redacción Informativa del Noticiero Provincial de Radio de CMKC, lo volví a reiterar: “El gran problema de los deportistas cubanos es la desconcentración”.
Creo ese es el gran TIC TAC del deporte cubano, hablo con base. Tengo una prima en la Escuela de Deportes de mi provincia, ella integra el trío de honor de judo en la categoría 13-14 años y en todas las competencias gana. Eso sí, que no esté presente un familiar, porque sencillamente pierde.
La enseñanza deportiva no puede estar desligada del ejercicio de concentración, cuando no se logra del todo se puede perder en una competencia. Ojo con esto debe tener la Dirección Nacional de Atletas de Alto Rendimiento y otras escuelas deportivas del país.
El martes al ver la prensa cubana me sentí súper orgulloso. Fidel, un hombre una increíble cultura, dedicaba sus reflexiones a este tema y al juego entre los equipos Cuba-Sudáfrica. Pero lamentablemente Castro me dio un palo periodístico, se adelantó al publicar sus ya tradicionales reflexiones.
Este es el link de las reflexiones de Fidel Castro. www.prensa-latina.cu/article.asp?ID={83D43692-698D-407A-B694-91D540393E81}&language=ES
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